Una divertida tarde "galletil"

El pasado viernes vino a mi casa una amiga, Yoli, (mi compañera de trabajo, ya la nombré más veces) y con ella vino su hija Blanca de tres años.
Le había prometido a Blanca que un día la invitaría a hacer galletas, y como me había sobrado una poca masa, las llamé.
Fue muy divertido, y ver la cara de alegría que tenía la niña ya lo decía todo, estaba entusiasmada.
Nada más llegar encendimos el horno y le enseñé los cortadores, lo tenía claro, quería hacer galletas de Kitty. Después eligió otros cuantos.
Lo que más le gustó, o al menos donde ponía más ganas, fue estirar el fondant con el rodillo.
Os pongo las fotos, a pesar de que su madre me dio permiso para mostrar la cara, yo prefiero pixelarla. La niña es guapísima... lo siento, os quedaréis con las ganas de verla. Prefiero hacerlo así.

Cortando las galletas, como veis con toda su fuerza.

Galletas listas para hornear

Estirando el fondant (muy bien, por cierto)

Sus galletas de Hello Kitty (con alguna ayuda, pero muy poca)

Todas las galletas (la Minnie y los lacitos los hice yo)

Galletas embolsadas - Blanca con su cajita llena

La tarde estuvo genial, nos reimos un montón. La anécdota fue a la hora de ponerle ojos y boca al pato y al osito.  Me di cuenta de lo inocentes que son los niños. Al decorar el pato le puso dos ojos y boca a pesar que estaba de perfil. Al osito le quedó una sonrisa muy profunda.

Felicidades Blanca por tus galletas!!!!!!!!!!