Fueron semanas de preparación, pero valió mucho la pena porque todo salió perfecto. A día de hoy y después de tanto tiempo, sigo estando muy contenta de como salió todo.
Alquilamos una casa rural durante un fin de semana. Os dejo el enlace aquí por si queréis echarle un vistazo.
Invitamos a familiares y amigos y preparamos un falso regalo para llevarla engañada. Fue un sorpresón total.
Decoramos la puerta de entrada de la casa. Pusimos globos por el jardín y preparamos un photocall. La verdad que las fotos que nos hicimos quedaron increíbles y super graciosas.
Los invitados íbamos todos vestidos de blanco y mientras esperábamos a que llegase la cumpleañera nos tomamos un aperitivo en la zona de la piscina.
Toda la fiesta estaba montada fuera, en los jardines, en el porche... En el salón de la casa pusimos un rincón con fotos de mi madre cuando era pequeña y un libro de firmas para que los invitados le dejasen una dedicatoria.
En una de las habitaciones estaba su ropa colocada para que estuviese vestida acorde con los demás. También le hicimos una corona de flores porque ese día ella era la reina.
En el porche colocamos las mesas con la comida. Fue tipo buffet, cada uno se servía lo que quería. Había un menú variado.
Hubo postres variados, tarta de cumpleaños, regalos, baños en la piscina, merienda, fotos, muchas risas y sobre todo fiesta hasta muy tarde.
Al día siguiente preparamos un desayuno para todos los que nos quedamos a dormir.
Y seguimos charlando y comentando y riendo... y encargamos de comer y comimos y ya a las siete de la tarde dimos por finalizado el cumpleaños.
Fue un fin de semana genial e inolvidable!!!
Mamá, una vez más perdona por la tardanza, pero así también lo volvemos a recordar. Un beso.
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