Y con lo que me gustan, que pocas me hacen... ahí lo dejo.
Pues os cuento, esta semana preparé dos desayunos sorpresa. Los dos por motivos diferentes, pero los dos igual de divertidos a la hora de planear la entrega.
El primero fue para una chica que estaba de cumple de parte de una amiga, se lo dejé en la puerta. No os voy a dar detalles, pero fue un momento super divertido. Sé que le gustó mucho y lo disfrutó. Os lo enseño...
Como regalito, la bandeja y la taza. Después llevaba zumo natural, unos almendrados, yogur, pan para tostadas, mermelada, fruta, bizcocho en tarro de plátano (ya os lo enseñaré con detalle) y té.
El otro desayuno fue para un aniversario. Allí aparecí en el trabajo del chico con la caja, jajajaja. Es que me encanta!!! La vergüenza no me la quita nadie, pero me encantó verle la cara de sorpresa.
Este también llevaba taza con dedicatoria, yogur, un botecito con azúcar, zumo natural, kiwi, muffins de frambuesas y chocolate blanco, té y una chocolatina. Los botes iban decorados con frases.
Espero que os hayan gustado. A veces con pequeñas cosas haces feliz a una persona. ¿Qué mejor manera de empezar el día?
Viva la gente detallista!!!!
que rico y bonito¡¡besos
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