Los colores los tuve claros desde el principio, blanco y beige. Me encanta esta combinación.
Lo que me llevó más tiempo fue el empaquetado. Le di muchas vueltas, al final elegí una cajita de plástico transparente con el marco en cartón kraft. (La podéis encontrar en selfpackaging). La etiqueta iba a juego con la galleta, que estaba decorada con fondant blanco y papel comestible en beige con topos blancos.
Las galletas eran para colocar todas juntas en una mesa (fue una sorpresa, los padres de Daniel no sabían nada). Para que la mesa no quedase tan sosa pensamos en colocar unas gominolas a modo de decoración.
Quedé muy contenta con el resultado. Os enseño como las colocaron en el restaurante, este es el resultado final.
Muy Bonito! Esa combinacion de colores me encanta!
ResponderEliminar¡Te ha quedado espectacular! Súper orgullos@s estamos de ver nuestras cajitas rodeadas de tanto buen gusto. Una pregunta, ¿cómo hiciste para fijar las galletas y evitar que se moviesen dentro de las cajas?
ResponderEliminarjajajaja. Muy buena obsevación. Las pegué con un puntito de glasa. Gracias por vuestro comentario. Un saludo.
EliminarMe gusta mucho Cintia, enhorabuena!! la presentación es espectacular
ResponderEliminarQué fino y elegante te quedó!!!
ResponderEliminarhola mi nombre es samira y estoy interesada en la cajita y en las dos galletas que tiene dentro que precio tiene tal cual aparece en la imagen?
ResponderEliminarsaludos.